Las plazas más emblemáticas de Córdoba
Plaza del Potro
La Plaza del Potro de Córdoba es uno de los lugares más bellos de la ciudad. Se encuentra en la zona de San Francisco Ribera, cerca del río Guadalquivir. En el centro de la plaza se encuentra una fuente renacentista del siglo XVI con la imagen de un potro encabritado que sujeta entre sus patas delanteras el escudo de Córdoba. Hasta que se trasladó en 1847, la fuente estaba al otro lado de la esquina.
Originalmente el recinto tenía forma cuadrada, pero la construcción del Hospital de la Caridad en el siglo XV redujo su tamaño y le dio la forma actual. Actualmente, el antiguo edificio del hospital alberga dos de los museos más importantes de Córdoba: el Museo de Julio Romero de Torres y el Museo de las Bellas Artes.
En esta plaza también se encuentra la conocida Posada del Potro, mencionada por Miguel de Cervantes en su obra universal «Don Quijote de la Mancha«. Es la última posada de muchas que solían rodear la plaza, ya que en la Edad Media este lugar era muy concurrido por cordobeses y forasteros que venían a la ciudad para participar en la venta de caballos y mulos que se celebraba en esta área.
Siempre se ha creído que la plaza recibe su nombre por la pequeña escultura que adorna la fuente, pero también debemos considerar que su nombre puede deberse a la feria de ganado que se celebraba año tras año en este mismo lugar. Enfrente de la fuente se encuentra un monumento de San Rafael, que fue trasladado a esta nueva ubicación en 1924 desde la Plaza de Ángel.
Plaza de la Corredera
La Plaza de la Corredera es una de las plazas más emblemáticas de la ciudad. Se encuentra en el centro histórico de la ciudad y tiene una forma rectangular, siendo una de las plazas más grandes de toda Andalucía. La plaza tiene una larga historia que se remonta al siglo XVII, cuando fue construida como una plaza de toros. Durante muchos años, la Plaza de la Corredera fue un importante lugar de celebración de corridas de toros y otros eventos festivos. Sin embargo, con el paso del tiempo, dejó de utilizarse con este propósito y se convirtió en un espacio público para el disfrute de los ciudadanos y visitantes.
Hoy en día, la Corredera es un lugar muy animado y concurrido. Cuenta con numerosos bares y restaurantes en sus alrededores, donde los visitantes pueden disfrutar de la gastronomía cordobesa. Es un punto de encuentro para los locales y un lugar ideal para tomar algo al aire libre mientras se contempla la belleza del entorno. La plaza también alberga un mercado municipal por las mañanas, donde se pueden encontrar productos frescos, artesanías y otros artículos. Además, a lo largo del año se organizan diferentes eventos culturales y festivales en la plaza, como conciertos.
Plaza de Jerónimo Páez
La plaza de Jerónimo Páez se compone de tres áreas distintas. En primer lugar, está la propia plaza que alberga la entrada al Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba. En segundo lugar, se encuentra la entrada a la conocida Casa del Judío. Por último, está la calle adyacente que da a la calle Julio Romero de Torres.
En tiempos antiguos, esta plaza, conocida como Plaza de los Paraísos, albergó un teatro romano con una capacidad estimada de más de 10.000 espectadores. Desafortunadamente, este teatro fue destruido por un terremoto en el siglo III. Sin embargo, los restos de dicho teatro se exhiben ahora en el Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba, ubicado en esta misma plaza, en el antiguo Palacio de los Páez de Castillejo.
Durante la década de los 90, la plaza Jerónimo Páez fue sometida a una reforma después de años de abandono. En la parte central de la plaza, se pueden apreciar enormes columnas derrumbadas en el suelo, que han servido como asientos históricamente. A finales del siglo XX, gran parte de la plaza fue vallada para llevar a cabo las reformas del Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba, cuya renovación se completó en enero de 2011 con la inauguración de la ampliación del museo.
Plaza del Cardenal Salazar
La Plaza del Cardenal Salazar está situada en pleno corazón de la Judería, muy cerca de la Mezquita Catedral; tiene acceso por las calles Romero y Almanzor, y debe su nombre al Cardenal Fray Pedro de Salazar y Toledo.
Esta pequeña plaza acoge el Hospital del Cardenal Salazar, hoy sede actual de la Facultad de Filosofía y Letras, y la Iglesia Conventual de San Pedro de Alcántara. Su historia es bastante curiosa, ya que el Hospital del Cardenal Salazar, en sus orígenes, nació con el propósito de albergar un colegio destinado a acólitos y niños del coro de la Catedral.
Sin embargo, en el año 1704, una terrible epidemia de peste azotó la ciudad, que unida a los pocos recursos sanitarios con los que ésta contaba, obligó a replantear la naturaleza del edificio cuando éste se encontraba en plena fase de ejecución. Es entonces cuando el propio cardenal decide adecuar el edificio a hospital de Agudos. No fue hasta 1971 cuando se fundó el Colegio Universitario, inicios de la futura Universidad de Córdoba, que tras su creación en 1974, instaló allí la conocida facultad de Filosofía y Letras.
Plaza de Capuchinos
La Plaza de Capuchinos recibió su nombre a partir del siglo XVII, cuando se estableció el convento original de los frailes franciscanos. En el centro de la plaza se encuentra el reconocido Cristo de los Faroles, una obra del artista Juan Navarro, cuya verdadera dedicación es la de «Cristo de los Desagravios y Misericordias». La Plaza de Capuchinos es conocida por su encanto y belleza arquitectónica. Sus rincones presentan una atmósfera especial, con elementos decorativos que evocan el pasado histórico de la ciudad. Es un lugar muy visitado por turistas que buscan explorar y disfrutar de la arquitectura, la cultura y el ambiente pintoresco de Córdoba.
Plaza de las Tendillas
La Plaza de las Tendillas es considerada el centro de la capital cordobesa, el centro de la ciudad, elegido para los eventos más importantes como exposiciones, juegos, verbenas, celebraciones, etc. Su renovación actual es el resultado de los cambios realizados en esta zona, que la hicieron posible tras la toma y demolición de muchos edificios de la zona y se completó en 1928.
La construcción definitiva de la plaza, para darle su forma actual, se hizo en 1999 y fue inaugurada el 13 de mayo por el alcalde Rafael Merino. Durante la reconstrucción, se eliminó por completo el tráfico de automóviles, y se reorganizaron todos los quioscos de noticias, palomitas de maíz, cupones y lotería.
Plaza de Tiberíades
Esta pequeña plaza destaca por el monumento a Maimónides, pensador cordobés, médico y rabino judío que vivió en el siglo XII, así como la casa donde él nació. El nombre de la plaza proviene del Lago de Tiberíades, más conocido como Mar de Galilea, lugar donde éste supuestamente falleció. Sin embargo, la tradición histórica sostiene que murió en El Cairo, Egipto. En el número 2 de la calle Judíos, junto a la plaza, se encuentra la casa que, según datos de la época e indicios, perteneció a la familia de Maimónides, donde se supone que nació y vivió hasta su marcha de Córdoba. Actualmente hay una insignia conmemorativa.
Esperamos que hayas disfrutado de este artículo. Ahora ya sabes que Córdoba esconde un gran número de bellos rincones llenos de historia en los que perderse. Si te ha gustado, puedes continuar leyendo Las calles más bonitas de Córdoba.